Este año va a ser sólo para mí. Creo que me lo merezco y creo que lo necesito.
No quiero complicaciones, no quiero hacer cosas que no me apetezcan, no quiero compromisos, no quiero que nadie me coma la cabeza. Sólo quiero tranquilidad y aprender a dejarme llevar y disfrutar de cada momento. Sin exigencias, sin obligarme a nada.
Por qué a algunas personas, en mi experiencia sobre todo a los hombres, les importa tanto en serio? En serio les aporta tanto para que su vida gire en torno a eso?
No sé si es por mi educación, mi carácter/personalidad o por alguna mala experiencia, pero para mí es algo muy secundario. Para mí, lo realmente importante es el cariño, la confianza, las caricias, las conversaciones, el amor... y todo eso, junto a un físico que me atraiga, lleva a la atracción sexual.
No consigo entender a las personas que les da igual con quién tener sexo, con tal de tenerlo. No tienen ni un mínimo requisito? Lo ven sólo como algo físico? Igual yo me estoy perdiendo muchas experiencias, y sé que estoy en el punto totalmente opuesto y que lo ideal es un término medio, pero no soy capaz de tener sexo con el primero que pase, creo que no lo disfrutaría.
Es verdad que a veces me gustaría pensar menos las cosas y poder hacer ese tipo de "locuras" de vez en cuando, pero es que no tengo ninguna necesidad y no me atrae nada. Quizá sea yo la rara, quién sabe.
El ser humano es incoherente por naturaleza. Cambiamos de opinión, de sentimientos, de creencias.
Lo que más me sorprende, es cuando estos cambios se dan varias veces en un periodo corto de tiempo, incluso en un mismo día.
Estoy contenta, me siento muy bien, tranquila, en calma... y de repente mi cabeza decide que eso no es lo que queremos, que hay que activarse, que hay que buscar socialización con otras personas.
Un día, quiero ahorrar, pensar en el futuro, en comprar una casa, un coche, etc. Pero, al día siguiente, quizá eso ya no me interesa, lo que quiero es hacer un viaje a la otra punta del mundo y ya me preocuparé del futuro cuando llegue.
Un día, lo más importante en tu vida es el amor, la persona a la que quieres, o buscar a esa persona con la que quieres compartir tu vida, pero a lo mejor unos días más tarde, te importa más la estabilidad laboral, no tener preocupaciones, no sufrir por un posible desamor, tener una vida tranquila, un trabajo estable y una casa donde descansar y realizar las actividades que más te gusten.
Casi siempre que detectamos la incoherencia en otra persona, nos quejamos o se lo reprochamos. Pero lo cierto es que todos somos incoherentes, porque el contexto modifica cómo vemos las cosas y cómo queremos vivir o ser.
Merece la pena vivir sin amar sólo por el hecho de no sufrir? Para quien no lo haya sufrido, seguramente ese pensamiento sea una locura. Para quien acaban de romperle el corazón, quizá sea la única forma de protegerse en ese momento. Los amigos cobran más importancia porque son su fuente de seguridad, su apoyo. Pero eso no quiere decir que, cuando vuelva a tener otra pareja, no vaya a dedicarle más tiempo y sus amigos puedan sentirse desplazados. Es esto incoherente? No lo es, simplemente su contexto cambia y la relevancia y prioridad de las cosas también lo hace.
¿Es la soledad algo subjetivo? ¿La sentimos todos de la misma manera?
Yo, casi siempre, me siento y me he sentido sola. Aunque objetiva y racionalmente sepa que tengo gente en mi vida, es un sentimiento que no puedo apartar de mí.
Creo que casi todas las personas que conozco me han decepcionado en algún momento. Quizá es porque espero demasiado de los demás, pero de momento no sé cambiar eso. Yo creo que lo doy todo por la gente que quiero, y no es que "exija" recibir lo mismo, pero de alguna forma lo espero. Y eso no está bien, porque sólo puede conducir a la decepción.
Cada vez estoy más convencida de que tengo que pensar sólo en mí, intentar que mi felicidad o bienestar no dependa de los demás. No es fácil, la verdad, pero creo que un poquito sí que estoy avanzando. Pero necesito más. Más seguridad en mí misma. Más planes sola que no se puedan truncar porque en el último momento alguien decida que no le apetece, tiene trabajo o prefiere otro plan.
Desde que estoy un poquito peor, yo también estoy cancelando planes. Y creo que eso es parte de pensar en mí. Si otros lo hacen y no pasa nada, ¿por qué yo no? Si estoy en mi casa, llorando, y no me apetece o no me siento con fuerzas, ¿por qué obligarme a ir, a sufrir o sobreesforzarme gastando toda mi energía? Pero, siendo justos, si yo tengo derecho a hacerlo, también tengo que darle ese derecho a los demás. Siempre que sea una razón de peso, en mi opinión. Si a una hora del plan me escribes diciéndome que prefieres quedarte en casa, sin más, me va a sentar mal. Tú estas en tu derecho, por supuesto, pero yo estoy en el mío de que no me parezca bien.
Cuando una persona te dice, directamente, que no sabe si ir a X plan por si le sale otro, tiene otra cosa mejor, o cualquier cosa similar... yo me hundo, la verdad, porque lo que recibo es: me lo estás diciendo antes que otras personas, pero si tu plan me gusta menos, prefiero ir a otros. Yo soy la segunda opción, o la tercera, a saber. Pues no, eso tampoco lo quiero.
Siento si suena muy radical, pero me parecen faltas de respeto que ya no quiero aguantar, callarme y quedarme en mi casa llorando. No.
Así que, quiero intentar que, a partir de ahora, muchos de mis planes no dependan de nadie más que de mí.
Un besote, mis lirios!!
Nunca he sido una persona constante, en casi nada. Tengo muy buenas ideas, muy buenas intenciones, pero a los dos días me olvido de continuar con aquello que me había parecido tan maravilloso y fácil.
Esta vez sí que lo haré, de verdad!! Es lo que digo siempre, por supuesto.
Pero, en mi defensa, diré que al menos lo intento una y otra vez, dure lo que dure, la siguiente vez lo vuelvo a intentar y a proponerme ser constante, aunque luego nunca pase.
Así me he sentido estos días con este blog. Es una idea genial!! Por un lado, escribo, algo que me gusta mucho y que no suelo hacer por falta de ideas o por pereza. Por otro, me desahogo sin el miedo de qué pensará quien esté al otro lado, porque no habrá nadie, o sin gastarme una pasta en psicólogos (por supuesto, no estoy diciendo que con pesto ya no sea necesario ir al psicólogo, seguiré yendo, por supuesto, pero creo que puede ayudarme y ahorrarme tiempo pensar y escribir estas cosas fuera de la terapia).
Conseguiré ser constante algún día? Probablemente, de manera natural, no ocurra. Pero me pongo alarmas, recordatorios, notitas en la pared... Lo intento y me esfuerzo. Y no me voy a sentir mal si, finalmente, no lo consigo. Esta vez, por suerte, sólo han pasado un par de días. Han sido días un poco turbulentos y sé que me hubiese venido bien, pero no era capaz de hacer nada en ese momento. Ya contaré algún día esa parte, supongo.
Por ahora, intentaré surfear esas olas que me dificultan ser constante en cualquier tarea que me proponga, debe pesar más la ilusión, el objetivo o simplemente tener la cabeza ocupada.
Creo que por hoy ya ha sido suficiente. Prometo intentar volver mañana.
Un besito, mis lirios!
La idea de empezar este blog es utilizarlo para mí misma, para conocerme, descubrir cosas nuevas, soltar aquellas que me suponen un peso excesivo en el día a día y recolocar las piezas de un puzle que, a día de hoy, no he sido capaz de reconstruir. No pretendo impresionar, hacerme una escritora famosa o tener miles de lectores, esto es un trabajo personal que hago por y para mí.
Poco a poco, con mis más de 30 años de vida, estoy aprendiendo que tengo derecho a tener un espacio en el mundo, ¿por qué no este? Que tengo derecho a ser la protagonista de mi propia vida, ¿por qué no de mi propio blog? Que TODAS tenemos derecho a todo lo que queramos y necesitemos, mientras no dañe o perjudique a otras personas. Así que... vamos a probar, ¿no?
Como es, y pretendo que sea siempre, un diario anónimo, voy a escribir todo lo que se me pase por la cabeza, sin filtros, sin tratar de agradar ni pensar en lo que es políticamente correcto. Creo que todos tenemos días en los que mataríamos a nuestra vecina, pondríamos una mordaza a nuestros hijos o sobrinos y mandaríamos a la mierda a ese "amigo" tan pesado que se piensa que el universo gira en torno a él (o ella).
Nunca he sido una persona demasiado constante, uno de los retos que me propongo con este proyecto, es conseguir escribir algo cada día, aunque sea un parrafito pequeño diciendo que estoy demasiado ocupada disfrutando de la vida real o que estoy tirada en el sofá mientras como helado de chocolate y lloro viendo "El diario de NOA".
Siento no dar más información sobre mí, pero el propio paso de los días irá revelando mis mejores y mis peores cosas, mis defectos, mis pasiones, mis pensamientos... incluso, espero, esos que aún no he conocido.
Espero que dure al menos hasta que acabe del año (sé que es un objetivo poco ambicioso, pero poco a poco... ojalá dure muchísimo más). Espero cogerle el gusto a desahogarme en un lugar "público" (lo pongo entre comillas porque no creo que nadie lo lea, pero yo escribiré como si todos estuvieses interesados por mi vida, que siempre sube un poquito el ego).
Y hasta aquí el primer día. Espero leerme mañana.
Un besazo, mis lirios.
